5 tips para poner límites en el área laboral
Poner límites en tu vida está relacionado directamente con el conocimiento de uno mismo y de las necesidades personales y/o laborales. Saber poner límites, nace de la conciencia de que necesidades tienes en cada momento y cómo satisfacerlas con respeto hacia tu persona.
Algunas de las características de personalidad, que se encuentran vinculadas con saber poner límites, son como ya hemos señalado, el autoconocimiento a la vez que una adecuada autoestima, ya que al poder sentirte liberado de poder expresar tus necesidades de forma asertiva, sin sentir culpabilidad por ello, te reportará satisfacción personal.
Las relaciones personales, se verán influenciadas puesto que con una comunicación equilibrada y coherente, no dará lugar a malas interpretaciones, o a desigualdad entre ambas partes, lo que provocará una reducción de frustración o estrés, presentes cuando no existen límites claros en las relaciones con otras personas y te inundan cantidad de dudas y pensamientos sobre que comportamiento emplear.
Aprender a poner límites es posible a la vez que favorable para tu bienestar personal, puesto que te permite fortalecer tu propia estima así como mejorar tus relaciones personales, siendo responsable de tus necesidades y haciendo que tu entorno actué con respeto hacia ti y tus decisiones.
En ocasiones, todos las personas, tanto en la vida personal, como en la laboral, priorizamos las necesidades de los demás frente a las nuestras y el sentimiento de culpabilidad que reside tras un “no” genera sentimientos y pensamientos de carácter negativo como “no debería haber dicho que no” “no volverá a decirme nada” “no lo he hecho bien”…
¿Por qué nos cuesta decir no? Estamos frente a una cuestión de responsabilidad, cuando aceptamos o accedemos a peticiones de otras personas, de manera inconsciente estamos asumiendo una responsabilidad por pequeña que pueda parecer. Por ello, responder con una negación nos libera de ese sentimiento de responsabilidad pero nos inunda el de culpabilidad donde aparece un nuevo elemento, que no es otro que el miedo, un miedo al rechazo social.
En el ámbito laboral, los límites han de estar bien definidos, de una forma coherente y estructurada, no dejando espacio a sentimientos de responsabilidad o culpabilidad, que se trasladen al área personal. Todos sabemos, que en un empleo, hay que cumplir unas tareas las cuales estarán marcadas por otra persona y hay que sacar adelante. En estos casos, como trabajador, podrás tener un punto de vista más o menos próximo a lo que tu superior te solicita realizar, pero encontraras una gran diferencia entre si esas normas y limites están definidos a si no lo están, no permitiéndote dudar a la hora de realizar tu trabajo y por lo tanto de alcanzar los resultados que se esperan de tu trabajo.
Por el lado contrario, si no existiera una metodología a seguir, te inundarían cantidad de pensamientos y dudas a la hora de realizar tu trabajo y tu estado de ansiedad anticipatorio se elevaría, ante la incertidumbre de cómo va a valorar tu superior el trabajo realizado.
Existen diferentes formas de poner límites en el trabajo, a continuación os dejo algunas de ellas:
Comunicar los límites de tiempo: ser honesto y conocer el tiempo que conlleva realizar una tarea es imprescindible para ajustar el tiempo al horario laboral teniendo en cuenta otras responsabilidades previas a realizar.
Salir de tu lugar de trabajo en un horario regular: una vez que existe una jornada laboral delimitada con horario de entrada y de salida, deberás ajustarte a ellos.
Aborda en el momento cuando no se respetan tus límites: cuando percibas que tus límites laborales no están siendo respetados, has de comunicarlo para que se valore la importancia que tiene para ti y sean tomados en cuenta.
Aprende a decir no: si tienes tu jornada laboral cargada con tareas y proyectos y te sientes sobrecargado, algunas veces será necesario denegar o posponer otros proyectos posteriores con el objeto de mantener equilibrio mental y poder afrontar tu trabajo sin sobrecargas adicionales.
Evita las horas de trabajo en exceso: ante la posibilidad de realizar horas extras, realiza la valoración y las consecuencias que tendrá en tu vida personal y familiar, así como económica.
“Es mejor conocer los propios límites que calcular mal las propias habilidades y perder el control.”
