La calidad de vida laboral tiene influencia directa con el equilibrio y la salud mental de los empleados, siendo el bienestar del trabajador una pieza que cada vez está cobrando más importancia dentro de la gestión de las organizaciones. La Organización Mundial de la Salud, evalúa cómo ambas variables se relacionan de manera directa, así como de las ventajas que presenta para el funcionamiento de la organización.

Los beneficios empresariales que brindan buena salud mental de los trabajadores, mejoran el nivel de productividad final de la empresa al potenciar la motivación intrínseca de sus empleados, generando mayor implicación por parte de estos e incrementando los niveles de felicidad, lo que se verá reflejado en actitud proactiva y positiva como hablamos la semana pasada en el artículo “La proactividad en tu vida”.

Garantizar la salud mental de los miembros de la organización, previene el desarrollo de situaciones conflictivas y de presión laboral, desarrollando los miembros consecuentemente un estado mental de descanso que incrementara su respuesta ante situaciones de crisis laboral. Destacar también, que el descanso mental junto al físico, donde los miembros cuenten con un espacio de bienestar y relajación, incrementara los resultados y las alianzas profesionales.

Existen una serie de competencias laborales, entendidas como conjunto de habilidades, destrezas y actitudes que contribuyen al bienestar de la organización, entre ellas podemos encontrar:

• Trabajo en equipo: una organización que posee la habilidad de colaborar y cooperar entre compañeros, establece un buen clima laboral y un desarrollo coordinado de sus funciones.

• Responsabilidad: el nivel de compromiso con el servicio prestado es fundamental para proyectar una u otra imagen a los clientes. Esta competencia está ligada con el sentido del deber y del cumplimiento.

• Asertividad: una comunicación con un estilo asertivo permitirá expresar de la mejor manera las necesidades de manera clara y dejando al margen descalificaciones y malentendidos.

• Sentido de pertenencia: a través de la capacitación para desarrollar una actividad laboral y la integración a la organización, la persona tendrá una motivación interna y capacidad y actitud para defender los intereses de la empresa.

• Capacidad de aprendizaje: adquirir nuevos conocimientos y destrezas se encuentra relacionado de manera directa con el interés y compromiso por el trabajo.

• Adaptación: tener flexibilidad y aceptar los cambios de forma constructiva, será una apuesta de valor para asumir nuevos retos, lo que incrementara la confianza para tomar decisiones ante nuevas situaciones.

Garantizar la salud psicológica de los miembros de una organización no solo se verá reflejado en su servicio, sino también en la entrega laboral final que le sea asignada. Alcanzar el éxito profesional implica mucho más que manejar los conocimientos necesarios para una determinada tarea, también exige desarrollar competencias acordes con los requerimientos del cargo que se desempeña.

Desarrollar competencias laborales te hará ser mucho más eficiente en tu trabajo, aceptar nuevos desafíos y crecer profesionalmente.